Antecedentes Metodológicos

Metodología con las y los Recolectores

Antecedentes Metodológicos

Metodología con las y los Recolectores

Antecedentes Metodológicos

Metodología con las y los Recolectores

El TAC trabaja con las Recolectoras y Recolectores a partir de Comités que están en pleno desarrollo de sus procesos productivos. La mayor parte de ellos conforman una Asociación Gremial, la Coordinadora Regional de Recolectores y Recolectores de Ñuble, Maule y Bío-Bío.

El TAC les ofrece una capacitación en tres fases que les permite: 

Aprender-trabajando

Es decir, recolectar cuidando el medio ambiente que les da la sustentabilidad. En forma eficiente, con un buen manejo de técnicas que les permiten agregar valor y calidad a los productos. Esta etapa debe continuar perfeccionándose y transmitiéndose a los comités que ingresan a la Coordinadora.

Aprender-produciendo

Es decir, incorporar el desarrollo productivo, que incluye herramientas organizacionales, administrativas y contables, con el fin de lograr niveles óptimos de producción que permitan consolidar una organización sólida que estimule y articule el potencial de cada integrante y lo transforme en su base de sustentación.

La optimización del proceso productivo también requiere instrumentos específicos como son: la planificación del trabajo, la programación de las actividades, la elaboración de registros (stock, caja, pedidos), etc.

Todo esto debe sustentarse en un sistema de contabilidad claro y preciso, de manera que en todo momento las personas cuenten con la información necesaria para evaluar y reorientar oportunamente el proceso productivo.

Constatamos que esta es la fase más lenta y difícil pues la apropiación de estas herramientas exige un cambio cultural que es lento y complejo. Es por eso que nos preocupamos especialmente de descubrir los ritmos, conocimientos y lógicas utilizados habitualmente por las personas, para desarrollarlos a partir de la integración de nuevos conocimientos en forma articulada con los propios, cuidando de no romper sus ritmos.

Aprender-comercializando

Desde nuestro punto de vista, esta fase es la que permite asentar todos los conocimientos previos. Al comercializar juntos, los integrantes de los comités ponen en práctica el manejo de sus herramientas técnicas, sus niveles de organización, capacidad de planificación y programación, adecuación de sus registros, información contable, etc. Todos ellos constituirán la base que sustentará una relación comercial exitosa, en tanto les permitirá establecer costos de producción correctos que correspondan con precios de venta que los beneficien…

En esta fase el rol de la Coordinadora es especialmente importante tanto desde el punto de vista cuantitativo como cualitativo, pues permite que los pequeños productores se unan y de ese modo puedan reunir los volúmenes exigidos por los compradores. Al mismo tiempo esto favorece el mejoramiento de la calidad de los productos, pues la “vara” la ponen los mejores. Y juntos se ayudan mutuamente para alcanzar una óptima calidad, a través del intercambio de conocimientos y experiencias. 

El control de calidad es un elemento importante en el procesamiento de los productos, pues el cliente exige que estos tengan una calidad homogénea. Lo importante es que la tarea sea asumida como un apoyo entre las socias, estimulándolas para que se sientan orgullosas por la calidad de sus productos. Así, todas terminan esforzándose.

Finalmente son ambos, la cantidad y la calidad de los productos los que les dan un mayor poder, les aseguran una clientela estable y les permiten conseguir un mejor precio. En esta forma los productores se complementan y dignifican a través de la calidad alcanzada, en lugar de competir entre ellos.

En síntesis, esta es la orientación general de la formación entregada a la Coordinadora y los comités que la integran.  

El acompañamiento del TAC consiste en problematizar las situaciones, conflictos y operaciones de manera que sea el grupo el que vaya encontrando sus soluciones, descubriendo alternativas, abriendo nuevas perspectivas. 

Cobquecura: Sus leyendas, sus vivencias y sus sueños.

2002

Las historias que aparecen en este libro son como un baño de humanidad y ternura que nos lleva a reencontrarnos con nosotros mismos. Con momentos de nuestra niñez, con historias que hemos vivido o escuchado de labios de alguna tía o de nuestras mismas abuelas.

En ellas uno descubre al hombre y la mujer toda entera, que piensa, que siente, que ama, que guarda valores a veces tan olvidados en nuestra sociedad. También nos encontramos con la enorme fuerza que emerge de una comunidad al enfrentar sus problemas, al satisfacer sus necesidades. Y con la creatividad infinita con que supera los mil obstáculos que surgen en medio de condiciones tan adversas como las que le toca vivir.

Las historias que aquí aparecen nos introducen además, en el trabajo de campesinos que hoy día descubriendo sus valores, se lanzan en la defensa de su cultura. “Estamos tratando de recuperar tradiciones y cosas antiguas. Yo pienso que antes la gente se autoeducaba, en el sentido de ir desarrollando su creatividad, su capacidad crítica, de observación, porque con las adivinanzas, las payas, las logas se va desarrollando el intelecto de la gente” observa Carmen Muñoz Directora de la Escuela G – 1147 de Pullay.