El camino de nuestra historia

Nuestra Historia

Recorre un camino de más de 40 años en la construcción de un espacio y condiciones que contribuyan al desarrollo de las potencialidades que cada una/o llevamos dentro.

El camino de nuestra historia

Nuestra Historia

Recorre un camino de más de 40 años en la construcción de un espacio y condiciones que contribuyan al desarrollo de las potencialidades que cada una/o llevamos dentro.

El camino de nuestra historia

Nuestra Historia

Recorre un camino de más de 40 años en la construcción de un espacio y condiciones que contribuyan al desarrollo de las potencialidades que cada una/o llevamos dentro.

El TAC dio sus primeros pasos a fines de los 70, cuando un grupo de compañeras y compañeros nos reuníamos en la Vicaría de la Zona Oriente, donde compartíamos inquietudes, preocupaciones, actividades, sueños… Unos veníamos de la universidad, otros trabajábamos en la población, otros venían saliendo de la prisión, otras eran simplemente pobladoras o pertenecían a grupos juveniles. Todos conocíamos muy de cerca la diversidad y profundidad de los problemas que afectaban a la sociedad, especialmente a las pobladoras y pobladores.

Nos unía la voluntad de trabajar por un Chile donde hubiera justicia y donde cada persona tuviera la oportunidad y el espacio para desarrollar sus potencialidades..

En ese contexto, nos reunimos Manolo, José Luis y Verónica, atendiendo a la solicitud de un grupo de jóvenes que se enfrentaban angustiados a la imposición de una cultura que aplastaba sus costumbres, sus valores, su lenguaje… En su angustia nos pedían ayuda para resistir a esta situación. 

El desafío que asumimos en esa ocasión fue grande, porque se trataba de lograr que los jóvenes tuvieran éxito en su acción de resistencia…Y nos comprometimos con ellos.

Posteriormente, continuamos respondiendo a distintos grupos y organizaciones que desde el campo y la ciudad pidieron nuestro apoyo. Hoy día, podemos decir que la historia del TAC ha estado marcada por constantes desafíos que determinaron en distintas formas nuestra identidad.

Cobquecura: Sus leyendas, sus vivencias y sus sueños.

2002

Las historias que aparecen en este libro son como un baño de humanidad y ternura que nos lleva a reencontrarnos con nosotros mismos. Con momentos de nuestra niñez, con historias que hemos vivido o escuchado de labios de alguna tía o de nuestras mismas abuelas.

En ellas uno descubre al hombre y la mujer toda entera, que piensa, que siente, que ama, que guarda valores a veces tan olvidados en nuestra sociedad. También nos encontramos con la enorme fuerza que emerge de una comunidad al enfrentar sus problemas, al satisfacer sus necesidades. Y con la creatividad infinita con que supera los mil obstáculos que surgen en medio de condiciones tan adversas como las que le toca vivir.

Las historias que aquí aparecen nos introducen además, en el trabajo de campesinos que hoy día descubriendo sus valores, se lanzan en la defensa de su cultura. “Estamos tratando de recuperar tradiciones y cosas antiguas. Yo pienso que antes la gente se autoeducaba, en el sentido de ir desarrollando su creatividad, su capacidad crítica, de observación, porque con las adivinanzas, las payas, las logas se va desarrollando el intelecto de la gente” observa Carmen Muñoz Directora de la Escuela G – 1147 de Pullay.